Una selección de historias sobre la despoblación, vivida en sus pueblos, en sus carnes. Cómo han llevado a cabo ideas para paliar el decrecimiento demográfico y cuáles han sido los problemas a los que han tenido que enfrentarse
Pulsa en cada personaje para abrir las historias
Marta Corella reconoce que ser alcaldesa “requiere mucha dedicación” y “pasión por ver que se pueden hacer cosas que repercuten en la gente de tu pueblo”. Prefiere hablar de “despoblación” y no de ‘zonas deprimidas’, y tomárselo como ‘reto’ antes que como ‘problema’. Para ella, el principal reto que ha asumido en su cargo municipal es “mantener el colegio”, algo que estuvo a punto de irse al traste cuando el anterior gobierno regional en Castilla-La Mancha incluyó este centro entre aquellos que se podrían cerrar, lo cual causó un daño tremendo a la localidad. “El cierre de un colegio supone el principio de la muerte”, señala.
En Orea existen varias viviendas sociales “para mejorar la calidad de vida” de aquellas personas que optan por insertarse en este ambiente tan diferenciado del de las ciudades, como señala su alcaldesa. “Aquí se ofrece otro tipo de vida”, sobre todo para los niños, como explica, para que “aprendan a tomar decisiones”. Tanto el ayuntamiento de Orea como el de Griegos -a pesar de ser de diferente color político- se han unido para afrontar diferentes demandas. “Somos límite de provincia y comunidad autónoma”, pero las relaciones “las componen personas”, y “al fin y al cabo los problemas son los mismos” que los que tienen en los pueblos de alrededor, diseminados en diferentes provincias y CC.AA.
Corella admite que “se ha legislado pensando en otras cosas”, llevándose a cabo medidas pensadas en otras zonas y desde otros despachos. “No se nos identifica claramente”, apuntala, y cree que es necesario que se reconozca una identidad de estos pueblos rurales. Ella forma parte de la asociación contra la despoblación del mundo rural, a través de la cual han llevado a cabo diferentes iniciativas y llamamientos, como el de traer a nuevos pobladores. Orea “apadrinó” a tres familias hace unos años, de las cuales, dos siguen en el municipio llevando una vida normal y adaptados a este medio.
Juan Manuel Lapuente es alcalde del municipio turolense de Griegos, que hoy cuenta con 147 habitantes (ha perdido más de 150 habitantes en las últimas décadas). Afirma que sus reivindicaciones -y las de los pueblos de la zona- tienen que ver con la lucha y la visibilización. Lapuente explica que se ha despilfarrado, y que existe un trato preferencial a algunas zonas incluso dentro de la provincia de Teruel. Por eso, quiere una “solución definitiva”. “Los políticos solo quieren figurar, pero en realidad no hacen nada”. Este alcalde está muy frustrado con las últimas actuaciones políticas en los territorios rurales.
También explica que las inversiones que se han hecho no han venido a mejorar nada: “Queremos unas inversiones reales”, es lo que apunta.
El turismo supone hoy uno de las principales atractivos de estas zonas, a pesar de que tienen unos accesos “de la época de los romanos”. El alcalde grieguense, habla de supervivencia “porque estamos acostumbrados”, pero también afirma que desean “estar en igualdad con otras zonas”, debido a la gran discriminación que existe.
La despoblación en estas zonas puede suponer una dejadez en el monte, que puede traducirse a un crecimiento de los incendios en una zona de alto riesgo. “No están cogiendo al toro por los cuernos” apunta Lapuente, con respecto a los quehaceres políticos en la zona de la Sierra de Albarracín. Sobre las fronteras -dado que Griegos está a tan solo unos kilómetros de las provincias de Cuenca y Guadalajara, admite que “las han puesto los hombres” y que no suponen un problema para unirse con otros pueblos “que tienen los mismos problemas que nosotros y por eso conviene buscar las mismas soluciones”.
Francisco Burillo dejó de dedicarse exclusivamente a la Universidad para presentar su proyecto de desarrollo ‘Serranía Celtibérica’ que comenzó tras los trazados de la ‘Ruta Celtibérica’. Al comenzar las investigaciones para esta ruta comprobó que un “amplio territorio concentraba unos problemas de despoblación”, territorio en el cual “se aglutinaban diferentes proyectos reivindicativos” que reclamaban una igualdad y unos derechos dentro del mundo rural. Las acotaciones de esta Serranía que fija su historia en los antecedentes celtíberos se hicieron con una delimitación a partir de los 700 metros.
Burillo inició los estudios con los que comprobó que en un espacio de 65.000 habitantes “hay 635 núcleos de población de menos de 100 habitantes” y solo “tres ciudades que superan los 20.000 habitantes: Cuenca, Soria y Teruel. Considera que “no es solamente un desierto, sino que siguen perdiéndose muchas cosas”. Admite que existe un gran problema al ser un territorio transfronterizo y ya se han llevado diferentes propuestas al Senado y Congreso, donde “se aprobó una propuesta llevada a cabo por el Grupo Mixto” que no se ha llegado a cumplir.
El Catedrático de Prehistoria de la Universidad Zaragozana apunta que se han propuesto muchas cosas y muy pocas se han llevado a cabo. Entre los planes de ‘Serranía Celtibérica’ está la consideración de una ITI en la zona o la declaración de Patrimonio de la Humanidad de este conjunto, así como una mayor visibilización y sentido de identidad ante esta demotanasia que se da en la ‘Laponia del Sur’.
Ángeles Santos conoce muy bien el mundo rural. Esta agricultora zamorana es presidenta de la Plataforma Rural, que une a un buen número de organizaciones tanto nacionales como regionales que tienen en común la lucha por mantener el mundo rural a flote. Saben que tienen muchos problemas a los que enfrentarse y que constituyen una altermantiva. En Fariza de Sayago (Zamora) tienen una granja ecológica y en extensivo. Afirma llevar buena parte de su vida en luchas sindicales para conseguir que se vean defendidos los intereses agro-alimentarios, algo que también tiene mucha importancia en la 'Laponia española' que describe Paco Cerdá en su libro Los últimos.
Y es que el mundo rural necesita "más gente", por eso cada año y desde hace veinte, decenas de personas como ángeles se unen en los diferentes foros y actividades que se realizan en diferentes puntos del país para construir esa perspectiva hacia el mundo rural. junto a más gente también interesada en la lucha. Esa comunidad que se forma es muy importante para seguir avanzando en esta línea: "todos tenemos los mismos problemas y tenemos que coger fuerza".
Santos cree que existe un abandono por parte de las instituciones en muchas ocasiones hacia el mundo rural, ya que "nos dan la espalda" y "no les interesa que el mundo rural siga vivo". Para que haya una nueva situación laboral en pueblos y aldeas de nuestro país y tengan más futuro es necesario que se lleven a cabo actuaciones urgentes en muchas materias: políticas diferentes y potenciar todas las oportunidades que nos ofrecen esos lugares que hoy se están perdiendo.
Juan Carlos Escuder es presidente de la Asociación de Empresarios de Gúdar-Javalambre así como de los Autónomos de la prov. de Teruel. Cuando hablamos con el director general de CEPYME-Teruel nos envió a él, como promotor de las acciones que ahora intentan llevar a cabo desde las organizaciones empresariales tanto de esta provincia como de Cuenca y Soria. El plan estratégico “que también fue presentado a Corina Cretû” es un resumen de los Planes de Desarrollo Rural “fusionado con otros estudios sindicales y de la Cámara de Comercio”, que podrá suponer “un total de entre 30 y 50 medidas para poner en práctica en el menor tiempo posible”, según relata Escuder. Estas medidas no son solo económicas, como matiza, sino que tienen que ver con otros muchos sectores.
“Tiene que haber un cambio de mentalidad desde las ciudades hacia el mundo rural”, para conseguir implementar estos objetivos. Ese es el principal reto del que habla Escuder, ya que “se ha legislado desde las ciudades y no se pueden sacar leyes así pensadas en la gente que vive en estas zonas”. En el estudio que llevan en 2009 con el Programa LEADER sobre la evolución de las masías en la zona de Teruel, visibilizaron tanto la despoblación y abandono de estas pequeñas villas como de los pueblos, “que también habían perdido a mucha gente”. Sobre la ITI en Teruel, estima que “no es como nos hubiera gustado”, pero admite que se pueden hacer cosas. El lobby que han conformado las organizaciones empresariales de estas tres provincias tiene la mirada puesta en el próximo periodo 2020-26, “en el que España será un contribuyente en la UE”, pero considera que “preocupa más el tema legislativo que las propias partidas”.
Las demandas que ahora se hacen tienen mucho que ver con la implementación de nuevas tecnologías como la banda ancha, que todavía no se ha llevado a muchas zonas rurales. Ello puede ser un mayor reclamo “para que la gente venga”. Admite que desde las asociaciones empresariales “han hablado con todo el mundo” y han mantenido reuniones con diferentes partidos y sindicatos, pero cree “que no hay que generar falsas expectativas, ya que eso sería un error”.
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Proyecto realizado en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Castilla-La Mancha